lunes, 28 de julio de 2014

DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD

Según Santo Tomás de Aquino, el hombre logra ser autónomo mediante la adquisición de virtudes:

Valor: debe tener fortaleza.

Templanza: debe ser equilibrada.

Justicia: es una cualidad moral, siendo un hombre justo obedeciendo a las leyes.

Prudencia: elige lo que es bueno y útil.



Por esto podemos decir que a través de las virtudes se da un Crecimiento Personal en cada Individuo con los Frutos, Dones y Carismas:



Frutos: la presencia del Espíritu Santo provoca en nuestras vidas sentimientos actitudes, experiencias que nos permiten reconocer su presencia consecuencia de la presencia del Espíritu santo se lo llama frutos.

Amor: paciente, servicial, no se irrita, todo lo puede, todo lo soporta, todo lo demuestra.

Longanimidad: animo a largo plazo, constante y decisión. Persona insegura puede tener dificultades, esto se da por que le falta gozo.

Magnanimidad: animo largo, emite que te destruya en el interior frente a una cosa que es imposible que uno lo pueda lograr.

Dominio de sí: el Espíritu Santo viene a mi persona y me fortalece en la libertad, para que puedan vivir siendo libre, elegir lo mejor para mi y para otros. Este dominio puede ser con respecto a la ira o a la angustia.

Paciencia: mirando hacia adelante aguantando los males que nos puede pasar sin destruirnos. 

Paz: vivir en paz es signo de ser cristiano, confiar en Dios, tranquilidad con uno mismo y con los demás. 

Libertad: saber relacionarme adecuadamente con cada ser, poder elegir el bien. 

Unidad: Implica compartir, disfrutar. Buscar el bien común de todos y para cada uno.

Humildad: Ver la realidad tan cual es y poderme manejar con inteligencia. Es valorarte, verte tal como sos.

Bondad: mira el bien propio y el del otro.

Gozo: el Espíritu Santo se manifiesta en las personas a través de este fruto.



Dones: son gracias de Dios regalo de Él, que nos hace actuar o nos permite el modo divino. Con ella llegamos a ser mejores personas con la ayuda del Espíritu Santo. 

Fortaleza:  fortaleza psíquica ayuda a pensar y a sentir esto se equilibra, dominios de pensamientos. Fortaleza familiar es un proyecto en común, crecer en el amor.

Temor de Dios: no es miedo, es la delicadeza en el trato con los demás una madurez emocional en la inteligencia.

Entendimiento: entender la biblia, la liturgia, es poder entender la verdades religiosas a la manera que Dios las pensó. 

Sabiduría: ver la realidad de otra manera, disfrutando lo que Dios creo y como el las creo.

Consejo: es la capacidad de orientar, aconsejar a una persona o a un grupo para realizar lo mejor y lo más conveniente.

Ciencia: permite participar del conocimiento de Dios, que tiene sobre todo lo creado.

Piedad: te permite vivir y mejorar las relaciones afectivas y especialmente con Dios.

Carismas:  Dios siembra en nosotros la capacidad en nosotros de ayudar a los demás y construir la comunidad familia, colegio, nación.  

Administración de bienes: los bienes de una persona o una comunidad pueden ser de distintos tipos ya sean bienes espirituales, dones, profesiones, bienes materiales, entre otros. No solo implica administrar este carisma sino organizarlo en conjuntos, por la relación entre ellos y hacia las personas, sino también organizarlos para el bien común.

Consolación: en este carisma el Espíritu Santo por medio nuestro, conforta al que está sufriendo, dando fuerzas y de alguna forma una cierta alegría por medio del amor de misericordia. Implica una asistencia espiritual para saber obrar en situaciones con sabiduría para reparar de lo que ha perdido una persona o se evita mayor daño en la persona que lo padece.

Curación de enfermos: es el carisma de los milagros, pero en razón de atender la salud física de la personas, se lo separa de este. Los intercesores que rezan por los enfermos, se encuentran entre quienes reciben este carisma.

Dar: el Espíritu Santo mueve a algunos hombres a compartir sus bienes o sus tiempos, su saber, con personas o grupos que lo necesiten. Un signo de presencia del Espíritu Santo es que se da con generosidad y sin esperar nada a cambio. 

Evangelizadores: las personas que tienen este carisma son aquellas que han llevado el evangelio a distintos lugares y personas, tiene un espíritu misionero abriendo así camino al accionar de Dios. 

Exhortación: son las personas que por medio de la palabra y la unción del Espíritu Santo provoca un sacudimiento interior de la persona o grupo que tiene delante y logra que se convierta en el punto de que se trata y de que cambie de conductas. 

Gobierno: Dios llama a algunos a conducir la comunidad, a su pueblo. Poniendo en acción al Espíritu Santo que conduce a la comunidad en su desarrollo según el plan de Dios. Es la búsqueda del bien común el objetivo de este carisma. 

Hacer milagros: la persona quien tiene este carisma no le resulta sencillo descubrirlo. Es Dios directamente que obra el milagro pues este es extraordinario y sobrenatural. 

Intercesión: nos motiva continuar y orar por las necesidades de los demás y por las de la propia familia. Un signo para descubrirlo es si la persona ora por otros u obras a favor de otros. Intercesión es oración pero también es por acción, que se ofrece a Dios.

Interpretación de lenguas: el que ora en lenguas, está orando en el Espíritu Santo. El Espíritu ora por medio de Él, lo puede hacer alguien que tiene el don de profecía como interpretación de lenguas y al escuchar la oración de Dios.

Fe: no es fácil descubrirlo. Este tipo de fe implica una relación profunda con Dios Padre Providente, este intercesor es Dios y el que obra es Él.

Lenguas: el Espíritu Santo se derrama en tu corazón y lo llena de un profundo amor, eso son las lenguas de fuego. Se produce en un contexto de profunda y continuada oración de la persona, también en un contexto comunitario. La presencia del Espíritu santo debe fluir libremente.

Ser maestro: es el que tiene la vocación de ser maestro o profesor. La enseñanza que realiza una persona desde su servicio profesional o laboral. 

Ser profeta: no es simplemente dar un mensaje, es vivir con estilo de vida profético, en las circunstancia de la propia vida, teniendo como inspiración la vida de los profetas en la Biblia. Es tener un intimidad con Dios, una especie de consagración. 

Servir y atender a necesitados: los servicios múltiples que se dan en centros pastorales responde gran parte a este carisma. Los necesitados puede ser de distintos elementos y tener distintos tipo de necesidades. 

Amor: es el carisma más importante y sin el cual los otros pierden consistencia. Sin el amor no nos reporta ningún crecimiento a nosotros aunque le sirva a los demás. Este carisma es fundamental para que una comunidad se renueve. 

Ser apóstol: el Espíritu Santo viene a nosotros también, por medio de enviados. Estos son los apóstoles que hacen nacer la Iglesia y cuidan y ayudan a crecer el pueblo de Dios. Estos apóstoles son los Obispos, que también nos transmiten al Espíritu Santo en el sacramento de la Confirmación. 

Mediante Valores y Posturas determinamos necesidades que no llevan a practicar actitudes de filosofar:

Admiración: tomar algo conocido de la persona.

Gozo: no se domina pero si se lo disfruta.

Asombro: no puedo parar de pensar y preguntar.

Duda: es preguntarse.

Ocio: estado de alegría, estado interior de paz que permita filosofar.


¡VEN ESPÍRITU SANTO Y ENVÍANOS DEL CIELO TU LUZ DE UN RAYO!



Johana Echazu.
Camila Gauto.
Verónica Villalba. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario